Altar familiar
«La tradición no es la adoración de las cenizas, sino la transmisión del fuego».
«No te entrometas en la religión. Deja que el mundo esté ahí. Deja que Dios enseñe como quiera en el lenguaje de la naturaleza que Él mismo inventó para el propósito. Luchar en la tierra bajo un cielo limpio en la luz plana de un sol de octubre, lamido por las lenguas ardientes de las hojas de arce mientras ruedan en ellas, los frescos pinos indiferentes observando… bueno, no tienes que decir que Dios hizo todo esto; está en la excitación de su sangre».
John Senior
He hablado muchas veces de lo bonito y conveniente en todos los sentidos que es tener un «altar» en algún sitio destacado de la casa. No hace falta más que elegir un lugar en la estancia dónde más tiempo pasamos que generalmente suele ser el salón (por lo menos mientras los niños son pequeños, después ya se «esconden» ja,ja,ja… y buscan su espacio).
En el altar familiar vamos a representar La Historia de la Salvación, una historia que abraza pasado, presente y futuro; una historia que, más allá de la memoria y basada en ella, se abre a la esperanza. Una historia que nos da sentido de pertenencia porque esa historia es también la nuestra.
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