«El deber más importante que tiene una madre es asegurarse de que ella misma está creciendo en conocimiento, en sabiduría y en virtudes, porque no puede transmitir a sus hijos lo que no posee».
Charlotte Mason
Este es el libro elegido para nuestro club de lectura. Se trata del primer volumen de la serie Educación hogareña. Por el título se puede pensar que es exclusivo de la educación en casa pero no es así. Sirve para cualquier padre o educador, hagan o no homeschooling.
Charlotte Mason (1842-1923) fue una educadora británica cuya filosofía ha influido profundamente en el homeschooling y también en escuelas de todo el mundo. Creció como hija única y quedó huérfana a una edad temprana, lo que despertó en ella una sensibilidad especial hacia las necesidades de los niños y su desarrollo integral.
Fue pionera en su época, defendiendo la idea de que los niños son personas completas desde su nacimiento, con una capacidad innata para aprender y asombrarse ante la belleza del mundo. En lugar de limitarse a la mera transmisión de conocimientos, la señora Mason propuso una educación que cultivara tanto el intelecto como el carácter, a través de la exposición a grandes ideas, el contacto con la naturaleza, la lectura de libros vivos, el arte, la música y el disfrute de un ritmo de vida equilibrado.
Conocí de manera simultánea el homeschooling y a Charlotte Mason. Entonces no podía imaginar que lo primero se iba a convertir en la gran epopeya de mi vida. Con leer un par de frases de esta autora supe que era lo que había estado buscando toda la vida y la inspiración que necesitaba para empezar a educar a mis hijos en el hogar.
Me llamó la atención que su filosofía era algo que estaba al alcance de cualquier mortal y hasta yo podía hacerlo:) El cerebro se desarrolla perfectamente en un entorno natural y amoroso por lo que no hace falta que estimulemos de manera artificial a nuestros hijos. No era preciso aprender a manejar un montón de material didáctico carísimo. Con buenos libros, naturaleza (un patio, un parque o un bosque) y la disposición para educar, ya teníamos todo lo necesario. Su filosofía educativa nos invita a cultivar el asombro y la curiosidad en nuestros hijos, guiándolos hacia una educación basada en la vida real y el descubrimiento activo.
Un tiempo después, pude hacer un curso muy sencillo pero con las claves necesarias para seguir adelante. Y algunos años después se empezaron a traducir las obras de esta mujer al español.
Ya tenemos publicado el primer volumen de Educación hogareña, y me parece una oportunidad increíble poder leerlo juntas. Son más de cuatrocientas páginas, pero estoy convencida de que el esfuerzo que dediquemos a leerlo será un gran beneficio para nosotras y nuestras familias.
Este es el libro que vamos a leer y que han traducido del inglés Dolores González Calvo y Cecilia Patricia Pinnola.
Aquí tenéis todos los libros en inglés.
Y aquí en español por lo que no hay excusas para no leerlo :)
1. EL NIÑO COMO PERSONA COMPLETA
«El niño no es una vasija vacía que debe llenarse, sino una persona completa con todas las posibilidades inherentes a la humanidad.»
Cada niño es un ser completo, con una mente capaz de comprender grandes ideas desde temprano. La educación debe respetar su dignidad y potencial único.
2. EDUCACIÓN BASADA EN LA VIDA REAL
«La educación es una atmósfera, una disciplina, una vida».
Atmósfera: Crear un ambiente que invite al aprendizaje, la creatividad y el asombro en el hogar.
Disciplina: Fomentar hábitos virtuosos, como la atención, la obediencia y la perseverancia.
Vida: Ofrecer ideas vivas a través de libros, experiencias y la belleza del mundo.
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